Templo Ginkakuji, en Kioto

Día 10: Kioto: Ginkakuji, Honen-in, Santuario Otoyo, Eikando, Nanzen-ji y Kiyomizudera

Nuestro décimo día en Japón sería nuestro primer día en Kioto, una de las ciudades históricamente más importantes del país, ya que fue la capital de Japón entre los años 794 y 1868.

Teníamos un día muy completo por delante, ya que queríamos visitar varios templos, así que nos levantamos muy temprano, desayunamos en el hotel y nos pusimos en marcha.

En Kioto hay unos 2000 templos, así que si te gusta visitarlos ¡estás de suerte!.

Te recomiendo que hagas una selección de los templos que quieres visitar viendo fotos en internet y te hagas un planning por zonas de cada día, ya que el transporte en Kioto es lento y se tarda mucho en llegar de un barrio a otro.

Tampoco intentes abarcar demasiado, cíñete a los templos más importantes, o sino ¡acabarás saturado!.

Ginkakuji

La mañana de hoy la íbamos a dedicar a los templos de la zona este de Kioto, comenzando en el Ginkakuji, uno de los más recomendados.

Para llegar, tenía anotado que podíamos hacerlo con el autobús 5, 17 o 100, que salen de la estación de autobuses de Kioto, que está junto a la estación de tren JR. En autobús tardaríamos unos 40-45 minutos en llegar a la parada más cercana, y luego desde allí otros 7 minutos caminando.

Con el fin de aprovechar más el tiempo, decidimos ir en taxi. En la recepción de nuestro hotel nos lo pidieron, y en unos 25 minutos estábamos en el Ginkakuji, justo a la hora en la que abrían.

Templo Ginkakuji, en Kioto
Templo Ginkakuji, en Kioto

Información para visitar el Templo Ginkakuji:

Horario: de 8:30 a 17:00.

Precio: 500 JPY.

En realidad, el nombre auténtico del Ginkakuji es Higashiyama Jishoji, pero es conocido popularmente como Ginkakuji («pabellón de plata») porque iba a estar recubierto de plata, pero al final el proyecto no se completó porque se quedaron sin recursos durante la guerra.

Otro de los edificios del Ginkakuji
Otro de los edificios del Ginkakuji

El Ginkakuji está formado por tres edificios que se encuentran alrededor de un lago y rodeados de un precioso jardín japonés.

Como curiosidad, la parte de abajo del edificio principal es de estilo japonés y la de arriba de estilo chino.

Generalmente no es posible visitar el interior de los tres edificios, pero en algunas fechas concretas se puede visitar apuntándote a la visita guiada. Cuando fuimos nosotros, se podía visitar el interior al ser Golden Week, pero las visitas guiadas solo eran en japonés y además no nos cuadraba bien la hora, así que no nos apuntamos.

Jardín del Ginkakuji
Jardín del Ginkakuji

Los edificios del Ginkakuji son muy bonitos, pero lo realmente espectacular es el jardín en el que están situados.

Jardines del Ginkakuji
Jardines del Ginkakuji

Te aconsejo que llegues a primera hora como nosotros, es un templo muy visitado y cuanto más tarde llegues más gente encontrarás.

Jardín zen en el Templo Ginkakuji
Jardín zen en el Templo Ginkakuji

Además del jardín japonés, el Ginkakuji también tiene un jardín zen con una estructura cónica que simboliza el Monte Fuji es conocida como “plataforma de la luna”.

Honen-in

Como cuando salimos del Ginkakuji aún era temprano, decidimos ir a otro de los templos que teníamos apuntados, que se suponía que no estaba muy lejos de allí: el Honen-in.

Templo Honen-in, en Kioto
Templo Honen-in, en Kioto

Información para visitar el Templo Honen-in:

Horario: de 9:00 a 16:00.

Precio: gratis (el interior generalmente no se puede visitar).

Al final entre unas cosas y otras tardamos como veinte minutos en llegar caminando desde el Ginkakuji, no parecía que pillara tan a desmano.

Templo Honen-in, en Kioto
Templo Honen-in, en Kioto

El templo Honen-in lleva el nombre de su fundador, el sacerdote Honen, que convirtió la choza en la que vivía en un templo, a finales del siglo XII. Honen se cita como el fundador del Budismo Jodo y muchos estudiantes de secundaria japoneses vienen aquí para visitarlo y ampliar sus estudios de historia.

Templo Honen-in, en Kioto
Templo Honen-in, en Kioto
Templo Honen-in, en Kioto
Templo Honen-in, en Kioto

El templo está formado por varios edificios, que al menos cuando fuimos nosotros estaban cerrados y no se podía entrar, aunque se podía ver el interior de algunos desde fuera.

Según mis anotaciones, solo se puede visitar el interior del 1 al 7 de abril y del 1 al 7 de noviembre. En estas fechas hay que pagar por acceder al interior, pero no conseguí averiguar el precio de la entrada.

Interior de uno de los edificios del Honen-in, en Kioto
Interior de uno de los edificios del Honen-in, en Kioto

El templo era bonito, pero dada la ingente cantidad de templos que hay en Kioto, y el desvío que hay que tomar para visitarlo, yo si volviera lo descartaría y aprovecharía el tiempo en visitar los más conocidos de esa zona.

Paseo de la Filosofía

Tras visitar el templo Honen-in, desandamos el camino que habíamos tomado para llegar a él, y nos dispusimos a hacer el Paseo de la Filosofía, para visitar algunos de los templos que están por el camino.

Paseo de la Filosofía, en Kioto
Paseo de la Filosofía, en Kioto

El Paseo de la Filosofía es un camino de unos 2 kilómetros de largo, que va desde el templo Ginkakuji hasta el Templo Nazen-ji. El camino va paralelo a un canal bordeado por cientos de cerezos, así que en la época de floración del cerezo está precioso.

Paseo de la Filosofía, en Kioto
Paseo de la Filosofía, en Kioto

Recibe su nombre por el filósofo japonés Nishida Kitaro (1870-1945), del que se decía que meditaba por este camino a diario en su camino a la universidad de Kyoto.

A lo largo del camino verás indicaciones para visitar distintos templos y santuarios. Te aconsejo que lleves mirado los que te interesa visitar y te ciñas a tu lista, porque hay muchos templos «menores», que no tienen especial interés, y si intentas abarcar todo, al final es posible que no te de tiempo a visitar los templos más interesantes.

Santuario Otoyo

Mientras paseábamos por el Paseo de la Filosofía, vimos el cartel indicativo del Santuario Otoyo, y como aún íbamos bien de tiempo, decidimos desviarnos para visitarlo, a pesar de que no nos sonaba de nada.

Santuario Otoyo, en Kioto
Santuario Otoyo, en Kioto
Santuario Otoyo, en Kioto
Santuario Otoyo, en Kioto
Santuario Otoyo, en Kioto
Santuario Otoyo, en Kioto

La verdad es que no tenía nada de interés, así que decidimos ceñirnos a nuestra lista de templos seleccionados y no perder el tiempo en visitar otros templos que no lleváramos marcados.

Eikando

Nuestra siguiente parada fue el templo Eikando, que aunque cuando más bonito está es con los colores otoñales, es precioso en cualquier época.

Templo Eikando
Templo Eikando

Información para visitar el Templo Eikando:

Horario: de 9:00 a 17:00 (última entrada a las 16:00).

Precio: 600 JPY.

El Eikando se puede visitar por dentro, aunque lo más interesante, como suele ser habitual en los templos japoneses, son sus preciosos jardines.

Jardines del templo Eikando
Jardines del templo Eikando

El Templo Eikando fue fundado en el año 853 por el monje Shinsho para formar parte de la secta Shingon. Durante el siglo XI fue convertido a la secta Jodo por Eikan, el séptimo abad.

Interior del templo Eikando
Interior del templo Eikando
Té verde de cortesía, en el Templo Eikando
Té verde de cortesía, en el Templo Eikando

En una de sus estancias puedes tomarte un té verde de cortesía y sentarte a contemplar el jardín.

Templo Eikando
Templo Eikando
Jardines del Templo Eikando
Jardines del Templo Eikando

El Eikando tiene algunos rincones preciosos, como puedes ver en las fotos. Lo que más me gustó fueron los puentecitos de madera que unían los distintos recintos, con los jardines a ambos lados.

Buda en el interior del Templo Eikando
Buda en el interior del Templo Eikando
Interior del templo Eikando, en Kioto
Interior del templo Eikando, en Kioto

Como ves, el interior del templo tampoco desmerece, y tiene algunas habitaciones realmente espectaculares.

 

Nanzen-ji

Una vez que terminamos de ver el Eikando, en el que estuvimos unas dos horas, nos dirigimos a nuestra siguiente visita, el templo Nanzen-ji, conocido entre otras cosas por su acueducto de estilo romano (Suirokaku).

Acueducto del Nanzen-ji
Acueducto del Nanzen-ji

El Suirokaku fue construido durante la época Meiji para llevar agua y mercancías entre Kyoto y el lago Biwa. Actualmente está aún en funcionamiento, y se usa para suministrar agua potable desde el lago Biwa.

Templo Nanzen-ji
Templo Nanzen-ji

Información para visitar el templo Nanzen-ji:

Precio: el recinto es gratis, pero hay que pagar para entrar en algunos de los edificios:

  • Sanmon Gate: 500 JPY.
  • Hojo: 500 JPY.
  • Nanzenin: 300 JPY.
  • Konchi-in Temple: 400 JPY.
  • Tenjuan Temple: 500 JPY.

Uno de los edificios del Templo Nanzen-ji, en Kioto
Uno de los edificios del Templo Nanzen-ji, en Kioto

El Templo Nanzen-ji, que es el que aparece en la famosa película Lost in Translation, fue originalmente la villa secundaria del emperador Kameyama.

Actualmente es uno de los templos zen más importantes de Kioto, y se encuentra situado al final del Paseo de la Filosofía.

Aunque el acueducto y el recinto del Nanzen-ji se pueden visitar gratuitamente, para entrar a los distintos edificios que componen el templo hay que pagar una entrada individual para cada uno.

Nosotros solo entramos al Hojo, ya que teníamos apuntado que era el edificio principal del templo, y no teníamos tiempo de visitarlos todos.

Estancia del Hojo, en el Nanzen-ji
Estancia del Hojo, en el Nanzen-ji
Estancia del Hojo, en el Nanzen-ji
Estancia del Hojo, en el Nanzen-ji

El interior del Hojo merece la pena, pero como siempre, lo que más nos gustó fueron sus jardines.

Jardines del Hojo, en el Nanzen-ji
Jardines del Hojo, en el Nanzen-ji
Jardines del Hojo, en el Nanzen-ji
Jardines del Hojo, en el Nanzen-ji
Jardín zen del Hojo, en el Nanzen-ji
Jardín zen del Hojo, en el Nanzen-ji

El jardín zen del Hojo es famoso porque se dice que se asemejan a tigres y sus cachorros cruzando a través del agua. La verdad es que hay que echarle imaginación…

Kiyomizudera

Después de salir del Nanzen-ji, decidimos coger un taxi para ir al Templo Kiyomizudera, ya que andando era una buena tirada, y no queríamos andar buscando las paradas de autobús y demás.

Entrada del Kiyomizudera, en Kioto
Entrada del Kiyomizudera, en Kioto

Información para visitar el Templo Kiyomizudera:

Horario: de 6:00 a 18:00.

Precio: 400 JPY.

Templo Kiyomizudera, en Kioto
Templo Kiyomizudera, en Kioto

El Templo Kiyomizudera es un templo budista declarado patrimonio de la Humanidad y fundado en el 780 alrededor de un manantial sagrado. El templo se extiende varios kilómetros por las laderas de dos colinas contiguas.

Una vez cruzada la puerta principal, se pasa junto a varios edificios menores y una pagoda con detalles pintados en rojo, como ocurre en muchos de los edificios del complejo. Los tonos rojizos son la seña de identidad del Kiyomizudera.

Pagoda en el Templo Kiyomizudera, en Kioto
Pagoda en el Templo Kiyomizudera, en Kioto

Lamentablemente, en la fecha de nuestra visita (mayo 2019) la fachada principal estaba en obras, así que no pudimos sacar la foto típica del balcón de madera del edificio.

Farolillos en el edificio principal del Kiyomizudera
Farolillos en el edificio principal del Kiyomizudera
Vistas desde el edificio principal del Kiyomizudera
Vistas desde el edificio principal del Kiyomizudera

El balcón de madera del edificio principal está a 13 m por encima de la colina y se sustenta sobre vigas de madera. Se dice que no usaron clavos para sujetarlas.

El recinto del Kiyomizudera es enorme, y lleva bastante tiempo verlo todo, así que no vayas con el tiempo justo.

Fuente del Dragón Seiryu, en el Templo Kiyomizudera
Fuente del Dragón Seiryu, en el Templo Kiyomizudera

La fuente del Dragón Seiryu da nombre al festival Seiryuue, que se celebra en marzo, abril y septiembre.

Caños de agua de la Cascada Otawa
Caños de agua de la Cascada Otawa

Se dice que el agua de la cascada Otawa es sagrada y que tiene propiedades curativas y trae buena suerte. El agua está dividida en tres corrientes y se puede beber utilizando unas cucharas con un largo brazo de metal que son constantemente esterilizadas con rayos UV. Cada caño se relaciona con una propiedad diferente. Una es para tener buenas notas, otra para vivir muchos años y la otra para tener éxito en el amor. Nosotros bebimos de las tres y ¡de momento no nos va mal!

Piedra del alma gemela, en el Templo Kiyomizudera
Piedra del alma gemela, en el Templo Kiyomizudera

Si quieres encontrar a tu alma gemela, puedes probar suerte en las piedras del santuario Jishu, otro de los edificios del Kiyomizudera. En su explanada encontrarás dos piedras separadas por dieciocho metros. La leyenda dice que si logras recorrer esta distancia con los ojos cerrados, encontrarás a tu alma gemela. Si necesitas la ayuda de la voz de una tercera persona para lograrlo también encontrarás tu alma gemela, pero en este caso necesitarás la ayuda de otra persona para conseguirlo.

Pagoda de tres pisos Koyasu, en el Templo Kiyomizudera
Pagoda de tres pisos Koyasu, en el Templo Kiyomizudera

Al final del recorrido por el complejo, hay un camino que atraviesa el bosque y te lleva a la pagoda de tres pisos Koyasu, famosa entre las futuras madres ya que se dice que visitarla ayuda a tener un parto más fácil.

 

Higashiyama

Tras acabar la visita al Templo Kiyomizudera, la idea que teníamos era pasear por el barrio de Higashiyama, uno de los distritos históricos mejor conservados de la ciudad.

Barrio de Higashiyama, en Kioto
Barrio de Higashiyama, en Kioto

En este barrio teníamos varias cosas marcadas para visitar, pero empezó a llover a chuzos y aunque estuvimos esperando casi dos horas a ver si paraba y podíamos hacer las visitas, cada vez llovía más. Así que dimos una pequeña vuelta al barrio y nos tuvimos que ir para el hotel en taxi.

Pagoda Yasaka, en Higashiyama
Pagoda Yasaka, en Higashiyama

Información para visitar la Pagoda Yasaka:

Horario: de 10:00 a 16:00.

Precio: 400 JPY.

Una de las cosas que nos dio tiempo a ver fue la pagoda de Yasaka, aunque no pudimos entrar porque ya estaba cerrada. A las 9 de la noche la iluminan a diario, y dicen que es muy recomendable visitarla a esa hora.

La Pagoda Yasaka, que ha sido declarada patrimonio cultural de Japón, tiene una altura de 46 metros, dividida en cinco pisos. La pagoda original ardió en un incendio, así que esta que ves es una reconstrucción del año 1440.

Ryozen Kannon
Ryozen Kannon

Antes de irnos al hotel, pasamos a ver la estatua gigante de Kannon, conocida como Ryozen Kannon. También la pillamos cerrada, pero como ves, se puede ver bastante bien desde fuera, ya que es enorme.

Se trata de un monumento al soldado desconocido, dedicada a las víctimas de la 2ª Guerra Mundial.

Tras esta última visita y este día tan completo, nos fuimos al hotel porque seguía sin parar de llover, así que ¡mañana será otro día!.

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Guía Lonely Planet de Japón.

Lo mejor de Japón 2020.

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