Actualizado por última vez el 12 de febrero, 2021 a las 08:38 pm
Nos levantamos temprano como siempre, y desayunamos en el buffet del hotel, que estaba bastante bien. Como comenté en la entrada anterior, el restaurante del hotel Premier Hotel Cabin Matsumoto tiene unas vistas fabulosas de todas las montañas de esa zona, así que se desayuna de lujo si se pilla sitio frente a la ventana panorámica.

Castillo de Matsumoto
De nuestro hotel al Castillo, se tardaban unos 15-20 minutos caminando, así que aprovechamos para ver un poco la ciudad.


Cuando llegamos al castillo, a las 9:05, vimos que había dos colas, una enorme que se dirigía hacia la entrada al castillo, y otra más pequeña que iba hacia el edificio del museo.
Como no teníamos ni idea de en cual ponernos, nos fuimos uno a cada cola mientras intentábamos averiguar cual era la correcta.

Yo me quedé en la cola del museo, que era mucho más corta, y al poco pasó una persona que hablaba algo de inglés preguntando a cada uno que cuántos tickets quería y dando un papel donde estaba apuntado en japonés el tipo de entrada y el número de tickets que querías comprar.
Los tickets no se pueden pagar con tarjeta de crédito, solo aceptan efectivo.
En unos 20 minutos más o menos conseguí hacerme con nuestros dos tickets y me dirigí hacia la otra cola para reunirme con Dani. Al principio pensamos que esa otra cola era para entrar al castillo pero no era así. Resulta que a la entrada del castillo también hay taquillas para comprar los tickets de acceso, así que esa cola era también para comprar los tickets.
Al darnos cuenta, nos dirigimos directamente a la entrada del castillo con nuestros tickets y allí vimos que había un sitio para pasar si ya tenías los tickets comprados y no había nada de cola, así que entramos directos.
Una vez dentro del recinto del castillo, a la izquierda había una mesa donde te daban un papel con una hora para poder visitar el interior del castillo. Puedes coger esa hora si te viene bien, o bien hacer cola. Si decides hacer cola, hay un cartel con el tiempo estimado de espera. Cuando entramos nosotros había 2 horas de cola, así que nosotros cogimos la reserva de hora, que era para las 11:30 de la mañana.

Como ves, si vas en Golden Week es fundamental llegar al castillo a primera hora, porque sino te vas a pasar el día haciendo colas.
Lo bueno de coger la reserva de hora, es que además de entrar en esa hora sin esperar nada, hasta que llegue la hora puedes salir del recinto del castillo, así que puedes aprovechar para visitar otras cosas.


Información para visitar el Castillo de Matsumoto:
Horario: todos los días de 8:30 a 17:00.
Precio: 610 yenes.
La entrada, además del Castillo, da acceso al Museo de la Ciudad de Matsumoto.
El castillo de Matsumoto, es también conocido como Karasu-jo, el castillo “cuervo”, debido a su color oscuro. Está construido en un terreno plano y no en un relieve, lo que le da ventaja en caso de conflicto. Este tipo de castillos son conocidos como hirajiro.
El Castillo de Matsumoto fue construido en 1592 y las obras duraron cerca de 20 años a causa de las fortificaciones esenciales que había que construir en un período de agitación, sin ninguna garantía de paz. En el año 1872 fue subastado y desmantelado, hasta que años más tarde las autoridades municipales lo compraron y cuidaron de él.
Varios elementos del castillo han sido nombrados tesoro nacional de Japón.
Los terrenos sobre los que está construido el castillo son pantanosos, lo que obligó a los constructores a hacer estructuras muy sólidas, con largos maderos fijados en el suelo y apodos sobre muros de piedra de 7 metros. La altura del Castillo es de 30 metros, divididos en seis plantas.


Exterior del recinto del Castillo
Cuando nos cansamos de sacarle fotos al castillo desde los jardines, salimos del recinto y dimos toda la vuelta por fuera, ya que las vistas del Castillo con su muralla son preciosas.

Si no quieres pagar la entrada al interior del recinto, o vas con el tiempo justo y no quieres esperar la cola para entrar, puedes ver el exterior del Castillo dando la vuelta por fuera al recinto, de forma gratuita.


Como ves, se sacan unas fotos muy bonitas, y ya solo por eso merece la pena visitar la ciudad de Matsumoto. De hecho vimos mucha gente que solo vio el castillo por fuera, sobretodo por no esperar la cola para acceder al interior.
Alrededores del Castillo
Con la entrada al Castillo, se puede acceder también a algunas torres que pertenecen al Castillo, aunque están fuera de su recinto.

En el interior, se encuentran expuestas piezas de la decoración del castillo, maquetas, etc.

Si tienes que hacer tiempo hasta que puedas entrar en el interior del Castillo como nosotros, merece la pena visitar todas estas edificaciones para pasar el rato.
Museo de la Ciudad de Matsumoto
Una vez vistas las torres, nos dirigimos a visitar el Museo, ya que aún nos sobraba tiempo hasta la hora que teníamos asignada para visitar el interior, y el Museo está incluido en los tickets de acceso al Castillo.

En el Museo de la Ciudad de Matsumoto, puedes encontrar una exposición de armas y armaduras así como alguna maqueta del castillo y planos de su construcción, y las estatuas de pececillos que hay en lo alto del castillo.

También se exponen objetos antiguos, cosas sobre el kabuki, amuletos, dioses, navegación…

La mayoría de las explicaciones están en japonés, pero hay algunos carteles en inglés.
Interior del Castillo de Matsumoto
Cuando se acercó la hora que teníamos reservada para la visita al interior del Castillo, entramos de nuevo al recinto y nos acercamos a su entrada, donde hay una cola especial para las personas que tienen reserva. En menos de cinco minutos pudimos acceder al interior.

Es obligatorio descalzarse para entrar, para no estropear el suelo. A la entrada te dejarán unos “patucos” de plástico para ponértelos.
El Castillo de Matsumoto es el único castillo que conserva una torre hecha de piedra en el exterior y de madera en el interior y que tiene una torre anexa a la entrada principal. Se cree que el Castillo se construyó para utilizarlo como lugar de observación, y por ello cada uno de sus seis pisos tenía una función concreta: reuniones militares, residencia temporal del shogun, almacenamiento y punto estratégico para la vigilancia.
El interior del Castillo está bastante vacío, aunque es interesante entrar para ver la estructura y el diseño de sus seis pisos. En cada piso hay carteles en inglés y japonés, explicando la utilidad de las estructuras y los objetos expuestos.

En algunas de las vitrinas se puede ver una colección de armas de fuego, donada en 1991 por Akahane Michishige, un habitante de la zona.
Se dice que desde su torre uno puede ver la luna tres veces: una vez en el cielo, una vez reflejada en el agua y una vez en un vaso de sake.

En el interior del Castillo solo dejan entrar a un número determinado de personas cada vez, pero aún así, en Golden Week se monta atasco en las últimas plantas.

En las últimas plantas se tienen unas bonitas vistas de la ciudad.
Cómo llegar de Matsumoto a Nagano
Una vez concluida la visita al Castillo, que nos había llevado prácticamente toda la mañana, fuimos caminando a nuestro hotel a recoger las maletas y nos fuimos al tren para ir en tren JR a Nagano.
Entre Matsumoto y Nagano salen trenes JR más o menos cada media hora. Dependiendo del tipo de tren y el horario, el viaje dura entre 50 y 75 minutos.
Nosotros cogimos el Limited Express, que era el tren que menos tiempo tardaba en llegar, así que en poco menos de una hora estábamos en la estación JR de Nagano.
Templo Zenkoji
Una vez en Nagano, dejamos las maletas en nuestro hotel, el Metropolitan Nagano, y bajamos a coger un taxi para ir al Templo Zenkoji, ya que se nos había hecho un poco tarde y no queríamos perder tiempo en ir caminando o en autobús. Desde nuestro hotel se tardaba media hora caminando en llegar, mientras que el taxi en 10-15 minutos estábamos en la puerta del templo.

Información para visitar el Templo Zenkoji de Nagano:
Horario: desde 1 hora antes de que salga el sol hasta las 16:30 (la puerta Sanmon cierra a las 16:00).
Precio: la entrada al recinto es gratuita. En algunos de los edificios cobran 500 JPY por acceder a su interior.
El Templo Zenkoji, uno de los templos más importantes y populares de Japón, fue construido en el siglo XVIII, y se convirtió en uno de los impulsores de la rápida expansión de la ciudad de Nagano gracias a que recibía muchísimas visitas de peregrinos.
Como casi todos los templos japoneses, se trata de un recinto con varios edificios, a la mayoría de los cuales se puede entrar.

Al ser Golden Week, había bastante cola para entrar al templo principal del complejo, y una vez en el interior para acceder a todas las zonas, realizar todos los rituales, etc.


A pesar de las colas, merece la pena totalmente visitar su interior, ya que como ves es precioso. En él puedes ver una réplica de la primera estatua budista de Japón, ya que la original no se muestra al público.
El Templo Zenkoji de Nagano es uno de los templos más importantes y populares de Japón. Fue fundado en el siglo 7 y contiene la primera estatua budista de Japón. La estatua original solo se muestra al público una vez cada seis años, siendo la próxima en el año 2021. ¡Nosotros solo pudimos ver la réplica!.


Además de ver el resto de templos del recinto, es muy recomendable subir al segundo piso de la Puerta Sanmon, donde se obtienen unas vistas muy bonitas de toda la zona.

En el recinto encontramos también multitud de enormes Jizos, muy bonitos. Tenemos los Roku Jizo, que se consideran protectores de los seis reinos: infierno, fantasmas hambrientos, animales, asura (peldaño más bajo del rango de dioses o semidioses de la cosmología budista), humanos y seres celestiales.

Y en esta foto puedes ver el Nurebotoke o Wet Jizo, construido en el año 1722 para proteger el templo principal del fuego, ya que se ha incendiado varias veces a lo largo de los años.
Una vez visitado el Zenkoji, como aún era temprano y no teníamos prisa, bajamos caminando hacia nuestro hotel, y así aprovechamos para ver un poco la ciudad, internacionalmente famosa desde que acogió los Juegos Olímpicos de Invierno en 1998.


En el centro de la ciudad había multitud de jardines preparados para algún concurso, exposición o similar (como los carteles estaban en japonés no pudimos saber exactamente a qué se debía).
Cuando llegamos a la zona de la estación JR, aprovechamos para ir a la estación de la línea de tren Dentetsu. No tiene pérdida, está al lado de la estación JR y hay carteles indicativos.
Una vez localizada, compramos el Snow Monkey Pass para visitar Jigokudani al día siguiente. Nuestro motivo para comprarlo el día antes era ahorrar tiempo por la mañana por si íbamos muy justos. Esto solo lo pudimos hacer porque el pase sirve para 2 días y nosotros solo lo íbamos a utilizar un día. El pase te lo sellan el día que lo compras y ese día ya cuenta como usado, así que si lo vas a usar dos días no tienes más remedio que comprarlo el primer día que lo vayas a usar.
Una vez que llegamos a nuestro hotel, compramos algo para cenar como todos los días y nos retiramos tempranos
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