Las rutas para subir al Fuji solo están abiertas en julio y agosto, así que como nuestro viaje era en abril y mayo, esa posibilidad quedaba automáticamente descartada. Una vez establecido esto, tuvimos que decantarnos entre alguna de las otras alternativas existentes para intentar ver el Fuji desde Tokyo.
Índice de contenidos
¿Desde dónde ver el Monte Fuji?
Para ver el Fuji desde Tokyo sin realizar la ascensión, hay varias opciones:
Desde Hakone
Las vistas no son tan buenas como las que se obtienen en la región de los cinco lagos, pero a cambio se puede disfrutar de la naturaleza de la zona y de algunos de los mejores onsen de Japón.
A nosotros nos quedó pendiente Hakone para el próximo viaje que hagamos a Japón. No lo incluí en el itinerario por falta de tiempo, pero la verdad es que me quedé con ganas de ir por esa zona.
A Hakone se puede llegar en tren desde Tokyo utilizando el JR Pass para la primera parte del trayecto. La segunda parte del trayecto no entra en el JR Pass, así que es necesario adquirir el billete de tren correspondiente.
Si prefieres hacerlo con un tour guiado, tienes múltiples opciones, como por ejemplo:
- Tour con guía en inglés y 10 horas de duración al Monte Fuji y el Lago Ashi, con Civitatis.
- Tour con guía en español y 10 horas de duración a Hakone y el mirador del Monte Fuji, con Civitatis.
- Tour privado en furgoneta, de 10 horas de duración al Monte Fuji y a Hakone, con GetYourGuide.
Desde la región de los Cinco Lagos
El área de los Cinco Lagos está formada por los siguientes lagos: Yamanakako, Kawaguchiko, Saiko, Shojiko y Motosuko. Como están bastante cerca del Fuji, cuando hay buena visibilidad se obtienen unas vistas preciosas de los lagos con el Fuji detrás.
Además, los tour por esta zona suelen visitar otras localizaciones interesantes como la Pagoda Chureito o el tristemente famoso Bosque de los Suicidios.
Si quieres visitar la zona en transporte público, lo mejor es que viajes a Kawaguchiko, que es la zona más desarrollada turísticamente hablando.
Otra opción si no quieres ir en un tour, es alquilar un coche para recorrer toda la zona. Nosotros no quisimos complicarnos la vida y preferimos hacer un tour.
Además de la opción de hacerlo con Turismo Victoria, tienes por ejemplo estas otras opciones:
- Tour con guía en inglés y 9,5 horas de duración al Monte Fuji, Lago Kawaguchiko y recogida de fruta, con Civitatis.
- Tour con guía en inglés o chino y 10 horas de duración al Lago Kawaguchiko, con GetYourGuide.
Tour a los Cinco Lagos con Turismo Victoria
Como ya os contamos en el post Preparativos de nuestro viaje a Japón, estuvimos mirando varias empresas para realizar una excursión a la zona de los 5 Lagos del Fuji e intentar ver el volcán, ya que no íbamos a subir a él.
La elegida finalmente fue Turismo Victoria, tras ver sus excelentes opiniones.
Si decides hacerlo con ellos, ten la precaución de reservar con bastante antelación, porque las plazas son limitadas.
La excursión cuesta 11000 JPY por persona y se paga en efectivo al finalizar. Dura unas 11 horas. La comida no está incluida, pero las entradas a las atracciones que se visitan sí lo están (muchas de ellas son gratuitas). También están incluidas las bebidas y snacks durante toda la excursión. Llevan una neverita en el coche llena de bebidas y todo tipo de snacks japoneses de sabores extrañísimos (como por ejemplo patatas con sabor a gamba).
Cómo llegar a Shin-Fuji desde Ueno
Nuestro día empezaba muy temprano como siempre, ya que al ser Golden Week, habíamos quedado con Álex una hora antes de la hora de salida habitual del tour para intentar evitar las hordas de turismo interno que hay por esa zona en estas fiestas.
El punto de inicio de la excursión es la estación de Shin-Fuji (salida norte 北口), y teníamos que estar allí a las 7:36.
Teniendo el JR Pass activo, la mejor combinación desde Ueno, donde estaba nuestro hotel, es la siguiente:
Como ves, solo hay que hacer un transbordo en la estación central de Tokyo y luego se llega a Shin-Fuji en poco más de una hora en el Shinkansen Kodama, así que es muy sencillo llegar.
Cuando llegamos a Shin-Fuji, ya estaba esperándonos Álex, de Turismo Victoria, y los que iban a ser nuestros compañeros en este día. Como éramos 7 personas, nos dividieron en dos coches: uno conducido por Álex y otro por su mujer. De esta forma iríamos más cómodos y tendríamos un guía para cada cuatro personas, así que estaba genial.
Cascadas de Shiraito
Una vez que estuvimos todos reunidos, nos ofrecieron bebidas y snacks y emprendimos el rumbo a nuestra primera parada, mientras Álex nos iba comentando lo que íbamos a ver en este día.
Lamentablemente el día amaneció muy negro y no paró de llover prácticamente ni un minuto. Eso sí, Álex llevaba paraguas para todos, así que ¡venía preparado!.
La catarata de Shiraito, elegida como uno de los cien mejores atractivos turísticos de Japón en el año 1990, está registrada como Patrimonio Mundial de la Unesco bajo la denominación «Monte Fuji, lugar sagrado y fuente de inspiración artística». Tiene 20 metros altura y 150 de ancho, lo que la convierte en la catarata más ancha de Japón.
Shiraito significa hilos blancos. En cuanto la veas verás que hace honor a su nombre, ya que está compuesta de delgados hilos de agua que caen como si pareciera seda.
Esta cascada es super fotogénica. Desde el mirador, hay varios sitios por los que puedes bajar para sacarle fotos más de cerca y desde otros ángulos. Nosotros lo hicimos a pesar de la lluvia, aunque como había que caminar entre las piedras nos costó un poco, ya que resbalaba muchísimo.
Cascada de Otodome-no-taki
Después de sacarle 1000 fotos a la Cascada Shiraito, fuimos caminando a la Cascada de Otodome-no-taki.
Como ves, el camino está señalizado y no tiene pérdida. Solo hay que subir unas escaleras y en cinco minutos llegas a la Cascada Otodome.
La Cascada Otodome es bastante menos espectacular que la Shiraito, pero como está al lado merece la pena acercarse a verla.
Hay que verla desde un mirador, así que es muy difícil sacar una buena foto sin que salga la barandilla.
Lago Motosu
Una vez vistas las Cataratas, emprendimos de nuevo la marcha y nos detuvimos en el Lago Motosu, desde donde las vistas al Fuji son magníficas, si no os pasa como a nosotros…
Estuvimos un buen rato esperando a ver si se despejaba, pero la niebla era muy densa, así que del Fuji no vimos ni rastro.
Cueva de Hielo
Tras la decepción de no poder ver una de las estampas más conocidas de Japón, partimos hacia las Cuevas de Viento y Hielo.
Allí, entramos a la Cueva de Hielo. Álex se encargó de cogernos a todos los cascos obligatorios y sacar las entradas, mientras nosotros hacíamos cola. Como era aún muy temprano, en 10 minutos estábamos dentro de la cueva.
Vete abrigado, dentro hace muchísimo frío.
Información para visitar la Cueva de Hielo:
Horario: todos los días de 9:00 a 17:00.
Precio: 280 JPY.
Bosque de Aokigahara
Una vez vista la Cueva, nos dirigimos caminando al Bosque de Aokigahara, popularmente conocido como el «Bosque de los Suicidios», ya que muchos japoneses lo escogen para este fin, porque creen que es un lugar perfecto para morir en secreto y conseguir que nadie pueda encontrar el cuerpo. Además, se puso de moda a causa de un libro que contaba la historia de dos enamorados que decidían quitarse la vida en este bosque, y desde entonces se ha popularizado el escogerlo como lugar para suicidarse.
Al entrar muy poca luz dada la frondosidad de los pinos que lo conforman, es fácil perderse, pero si sigues el sendero de partida escogiendo la izquierda en los cruces, darás un bonito paseo de una media hora hasta una de las salidas del bosque. Eso fue lo que hicimos nosotros, y Álex y su mujer nos esperaron en la salida, junto a los coches.
Pueblo tradicional de Iyashi no Sato
La siguiente visita, fue el pueblo tradicional de Iyashi no Sato, donde tuvimos la suerte de ver un poco de floración de cerezo, a pesar de que no era la época.
Información para visitar Iyashi no Sato:
Horario: de 9:00 a 17:00.
Precio: 350 JPY.
Iyashi no Sato se encuentra junto al Lago Saiko, a 1 kilómetro del Lago Kawaguchi.
El pueblo auténtico fue destruido en el año 1996 por un corrimiento de tierra durante un tifón, y el pueblo que vemos ahora fue reconstruido en el año 2006, así que en realidad más que un pueblo es un museo al aire libre, estando la mayoría de casas dedicadas a vender artesanías.
Como lamentablemente la lluvia no nos abandonaba, no pudimos explorar todo el pueblo tranquilamente como me habría gustado. Nos limitamos a entrar en una sala de té, una tienda de artesanías y a comer en el restaurante.
Si no llevas paraguas, a la entrada del pueblo tienen paraguas de préstamo gratuitos.
En la casa de té, una antigua habitante del pueblo nos sirvió té con unas galletitas. Muchos antiguos habitantes del pueblo mayores, se encargan de los negocios del pueblo.
La comida no está incluida en el precio del tour, pero en Iyashi no Sato nos llevaron a comer a un restaurante bueno y barato, donde además nos invitaron a probar el famoso sake, aunque a mí no me gustó mucho.
Lo más típico nos dijeron que eran los udon (es un tipo de fideo grueso), así que eso fue lo que pedimos. Como ves en la foto, el plato era inmenso, y venía acompañado de verduras, arroz y una porción de naranja.
También pedimos una tempura para compartir, que estaba buenísima.
Más o menos tocamos a unos 10€ por persona, así que estuvo muy bien de precio.
Santuario Fuji
Después de comer, nos fuimos a realizar las últimas visitas del día: el Santuario Fuji y la Pagoda Chureito.
El santuario de Fuji, construido en el año 705, no es nada del otro mundo en mi opinión, pero como pilla de camino para visitar la Pagoda Chureito, todos los tours pasan por allí.
Pagoda Chureito
Siguiendo el camino que sale del Santuario Fuji, se puede subir a la Pagoda por unas escaleras o por una cuesta. Nosotros escogimos la cuesta.
Si no hubiera hecho tan mal día, detrás de la Pagoda debería haber una vista estupenda del Fuji. A la Pagoda no se puede entrar, solo se puede visitar por fuera.
Después, seguimos subiendo para visitar el mirador desde el que se sacan las famosas fotos de la Pagoda con el Fuji detrás. Nosotros obviamente no pudimos sacar la mítica estampa.
Volvimos al coche por el mismo camino y ese fue el fin de nuestra estupenda excursión.
Esta foto de arriba nos la sacó Álex y la retocó para enviárnosla. Como ves ¡es mucho mejor que las que sacamos nosotros!.
Una vez terminada la excursión, nos llevaron de vuelta a la estación de Shin-Fuji y para amenizar el camino nos pusieron en el coche un capítulo de la última temporada de Juego de Tronos, que la estaban emitiendo en ese momento y nos lo habíamos perdido al estar en Japón.
Volvimos a coger el tren hacia Ueno y compramos como siempre la cena en el Family Mart para acostarnos temprano, que al día siguiente nos esperaba Kamakura y su Buda Gigante.
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